sábado, 22 de marzo de 2014

Escuelas de Artesanos - Ubicación y entorno



http://unvistazoavalencia.blogspot.com.es/2011/03/murallas-de-valencia.html
http://www.turisvalencia.es/es/que-visitar-valencia/plano-de-valencia
http://www.valencia-cityguide.com/images/practical/pdfs/valencia-map-old-town.pdf

              La siguiente exposición es la de un antiguo  vecino que recuerda con nostalgia y cariño aquel entorno donde transcurrieron alrededor de 18 años de su vida. Sin mas pretensión que acercar sus peculiaridades de manera natural facilitando el acceso a mas información (erudita) a través de links que me han parecido enriquecedores y serios.
http://www.uv.es/cuadernosgeo/CG8_083_103.pdf    (para los mas exigentes) 

          Para entender mejor la situación y el entorno de las Escuelas hay que tomar como referencia prácticamente el cuarto inferior derecha del interior de las antiguas murallas de Valencia. O lo que es lo mismo el polígono formados por la calle de la Paz, calle San Vicente Martir hasta la Plaza de San Agustín, calle Játiva, calle Colón, Pl. Marqués de Estela (ahora Porta de la Mar), Glorieta, para cerrar con el inicio de la calle de la Paz de nuevo.

          A su vez, la Calle de Pintor Sorolla, su continuación calle Barcas y calle Sangre hasta la calle San Vicente Martir, dividiría el citado polígono en dos: uno que contemplaría la mitad mas cercana al Centro histórico (límite con la calle de la Paz) y el otro hacia el ensanche de las Nuevas Grandes Vías).

          Si a su vez se trazase una línea entre la Calle Marqués de Dos Aguas, Poeta Querol y Pascual y Genís, el total quedaría dividido en cuatro partes con aspectos muy diferenciadores entre si.

          El mas amplio resultaría ser el situado frente a las Escuelas y a su derecha. Destacaría en él especialmente la manzana cuadrangular de la Antigua Universidad literaria (1.490-93) ahora denominada "La Nau", que terminó su docencia en 1974, pasando sus actividades a la ciudad universitaria de Blasco Ibañez y Naranjos. En el siguiente enlace encontraréis información detallada.
http://valenciafotobloggers.org/lugares/el-edificio-de-la-nau-o-estudi-general-de-la-universidad-de-valencia-en-redaccion/ 

          En la confluencia de las calles Universidad y Pintor Sorolla se encontraba la central del Banco Español de Crédito (hoy llamado Banesto) que todavía perdura.

          Entre la Universidad y las Escuelas se encontraban tres manzanas de viviendas. Aquella que su fachada daba a la calle Salvá disponía de amplios y elegantes portales de madera de Mobila, fachadas abalconadas habitadas por familias acomodadas. Al final de la misma, en las cercanías  con la calle Poeta Querol se produjo el derribo de varios bloques de viviendas cambiando por completo la fisonomía del barrio. Quedó al descubierto un lateral de la Universidad (hasta ese momento oculto a la vista) dando paso a una gran plaza. Con este ensanche desaparecieron pequeños comercios de relación casi familiar, como la lechería y el horno de los que nos abastecíamos la mayoría de vecinos. 

          En el interior del barrio, tres calles estrechas y mal iluminadas, la de la Soledad, Redención y Miñana junto con la Plaza del Poeta Querol  y la de la Luz (una a cada extremo de dichas calles) formaban parte del espacio abierto que se utilizaba usualmente para jugar los niños del entorno (antes "la calle" era como el "parque" de hoy en día). Sus fachadas no ofrecían ningún atractivo especial (salvo la recayente a la Plaza Poeta Querol que ofrecía un aspecto mas noble) y sus habitantes pertenecían mayoritariamente a la clase media baja; era un autentico barrio de relación muy estrecha, donde todos nos conocíamos.

          Portales de gruesa puerta o puertas vestidas con cerrajería voluminosa y muy artística obligaba al uso de grandes llaves. Completaban el "attrezo" una atractiva aldaba (su empleoestaba ligado a la llamada a cada vivienda a base de golpes de aldaba. El número de ellos estaba relacionado con su número de puerta) y un pomo o tirador, habitualmente ambos, de bronce. 

          Era el tiempo de los "Serenos" que llamados con tres fuertes "palmas" acudían con diligencia, cargados con el "chuzo" y un enorme mazo de llaves introducidas en un aro de aacero, prestos a abrirte el portal tras un ceremonioso saludo. Nos conocía a todos y todos le conocíamos. El que mi recuerdo mantiene era Paco, un hombre grueso de cara redonda y sonriente, vestido con un abierto "guardapolvo" gris y "gorra de plato".          

          Ejercía a su vez labor de vigilante y su sola presencia hacía desistir a los posibles merodeadores con malas intenciones. Muchas viviendas dejaban sus puertas abiertas durante el día, sin pasar la llave, tal era la confianza. Y en las noches de estío era frecuente salir a cenar a la calle, en pequeña tertulia, sentados en sillas de enea y alguno hasta "mecedora" sobre la acera, en tertulia, como todavía se puede observar en algunos pueblos de España.

          Las "tiendas"eran por lo general poco vistosas, carentes del escaparatismo de los últimos años. De colores mate, iluminación escasa y la mayoría quedaban cerradas al terminar cada día por contrapuertas aseguradas con cerrojos en puntos del suelo y techos altos, repintadas y solo algunas, y esto en los últimos años del relato, cerradas por persianas metálicas.

          El "género" solía encontrarse expuesto en estantes simples, recargados, del  mismo y en muchas ocasiones, por tener altos techos, debían acceder a ellos a través de altas escaleras. La iluminación era mas bien ligeramente amarillenta lo que no ayudaba a una deseable y atractiva exposición.

          La cajas registradoras eran voluminosas y mecánicas en vez de electrónicas. No obstante las clásicas ofrecían un sello especial, de la época. 

          Contadas eran las viviendas con calefacción. La mesa camilla con faldones y brasero eran el sustituto.  El "brasero" servía también para quitar la humedad de las sábanas previo a acostarse (se utilizaban a modo de "plancha"). Su combustión se efectuaba quemando lentamente un carbón vegetal de pequeño aspecto, como esquirlas, que se adquirrian en la "carboneria" del barrio (de aspecto lúgubre y con paredes ensombrecidas del gris al negro. En ella también se vendían "teas" (en macitos de pequeño tamaño atados por una cuerdecita) de resina con las que iniciar el fuego que se avivaría regularmente añadiendo nuevas cantidades del mencionado carbón que lentamente se transformaba en cenizas.

          Disponer de cuarto de baño no era lo mas frecuente, habilitándose pequeños habitáculos con "retrete" (inodoro) y viejas cisternas o cubos para su evacuación. No era de extrañar que el papel de prensa recortado tuviese la doble aplicación de lectura y papel higiénico.

          La ducha en casa era infrecuente y en muchos casos  las bañeras eran sustituidas por amplios baldes de cinc donde se realizaba la higiene personal  general, en gran número de casos, una vez a la semana. El agua se calentaba aparte en "perolas" y solía mezclarse con fría. Se empleaba jabón "Lagarto" u otro de aspecto poco atractivo que nada tienen que ver con los aromatizados actuales. La higiene diaria se llevaba a cabo en "platos" de porcelana habilitados en "cómodas" de madera y superficie de mármol, cuyo agua usada se evacuaba a un cubo de cinc o esmalte blanco dispuesto en el interior o en "palanganas" de pequeño tamaño. El agua solía aportarse en jarras de aseo. Para secarse un "toallero" servía como alojamiento de las toallas de rizo, generalmente pulcras. 

          Se cocinaba habitualmente sobre fuegos de carbón y hornillos de petróleo (Petromac). En las casas con algo mas de nivel se hacía con elegantes "cocinas económicas" que solían disponer de horno siendo su combustible  carbón o madera. Las "perolas", cazuelas y sartenes descansaban  sobre espacios circulares practicados en su superficie, que constaban de aros de hierro que se retiraban o se añadían para disminuir o ampliar la salida del calor. En los rescoldos de sus cenizas, ocasionalmente, se asaban patatas, cebollas y boniatos.

          El pollo era uno de los manjares mas deseados (recordemos el Carpanta de los "tebeos", durmiendo debajo de un puente y soñando con un pollo asado).

          Eran deliciosas las tortitas de harina fritas en aceite al cual se le ha añadido corteza de tocino de jamón para mejorar el sabor. También era frecuente tomar "gachas" a base de harina y aceite removidas constantemente con espátula de madera salpicadas de crujientes "chirulitas" de tocino frito, trozos de "longaniza" y en momentos señalados hasta jamón crujiente.

          El embutido ("longanizas", chorizos, morcillas de cebolla o arroz, panceta, atc.), huevos fritos y tortillas era lo mas socorrido junto las carnes guisadas con faldeta de cordero y costillitas. Se hacían verdaderos milagros con la economía de aquella época y la mujer solía ser muy buena cocinera. Los arroces solían estar presentes en muchos de los primeros platos, como el de acelgas, caldoso,  meloso, con "fesols i naps", etc. Tomar "Arros al forn", elaborado en casa y llevado al Horno para su cocción, era un extra.  Y en mi casa (recordarlo me hace la boca agua) patatitas de siembra doradas en aceite con ajitos y perejil, con "chirulitas" de tocino frito así como el "postgestam" belga (puré de patatas y col salpicado de tocino y longanizas fritas con su "chorrito de aquel aceite.

          Las meriendas de los "chavales" solía ser pan con una barra de chocolate áspero (se le llamaba de Torrente); pan, aceite y sal; pan, aceite, sal, ajo "restregao" y pimiento "colorao".

          Las cenas, a base de hervido, con patatas, judías verdes y cebollas. En alguna ocasión acompañada de tortilla de patata o cebolla central, reparttida entre la familia.
        
          Era tiempo de neveras de hielo (se compraba por barras rectangulares) con serpentín donde se enfriaba el agua, con espacio reducido para la conservación de alimentos, lo que obligaba a la compra prácticamente diaria. 

          El vino y otras bebidas se vendía a granel, como el vermouth, el aceite y  la leche . En las celebraciones se brindaban mas que con cava o champagne con sidra El gaitero y La Asturiana (no estaban los tiempos para esos dispendios)..

          ¿Quién no recuerda aquellos sobres de "litines del Dr. Dalmau" con los que se preparaba una especie de soda, de zarzaparrillas (precursora de las colas), etc.

          Era muy frecuente el hecho de que cada familia tuviese su medico por iguala  o a través de Sociedades. La confianza en el era casi ciega. Tras el reconocimiento al enfermo, siempre les esperaba una jarra de agua, una pastilla de aromático jabón por estrenar y una toalla impecable. 


          Prescribían muy frecuentemente formulas magistrales que se llevaban a preparar en la farmacia de proximidad en forma de jarabes, pomadas, sellos, papeletas, píldoras, supositorios, óvulos, etc. La especialidad farmaceútica ( lo que se llamaba el "medicamento") se llevaba largo tiempo usando aunque en mucha menor medida que en los últimos años. En la zona Morera y Loras eran una verdadera Institución. Con su interior decorado a base de los clásicos y artísticos tarros de porcelana alineados en estantes y armarios dedicados a tal fin. Sus reboticas eran amplias y en ellas se extendía el olor a "potingues" medicamentosos, donde se preparaban las "fórmulas magistrales" prescritas por médicos. Al frente estaba el farmacéutico propietario del negocio auxiliado por los "mancebos" y algunos aprendices para los "recados". 

          La limpieza, escrupulosa.

          Aún era frecuente que la comadrona atendiese partos en el domicilio de la parturienta. El las farmacias se alquilaban unas cajas especiales con todo lo imprescindible para atender un parto que asistía una "comadrona" y/o médico.

          En aquellos años había un enorme número de publicaciones en forma de "tebeo" para los chicos, siendo los mas habituales: El capitán Trueno, Roberto Alcazar y Pedrín, El Espadachín enmascarado, El Zorro, Rin-Tin-Tin, Hazañas bélicas, TBO, Pulgarcito, Pumby, Mortadelo y Filemón, Jaimito, Zipi y Zape, etc. y para las chicas Florita, Sissi, Azucena juntos con los de Hadas. La novela estaba centrada en el Oeste (Marcial Lafuente Estefanía era el máximo exponente) y las policíacas del FBI; por último las de Guerra como Hazañas bélicas. Todas ellas estaban dirigidas al  lector masculino, siendo las de "Amor" (Corín Tellado era "lo mas") las consumidas por la mujer. 

          Había lugares de cambio así como lugares para su lectura, siendo ejemplo en el barrio el quiosco del "tío Lino" y la"Tía Felisa" (él alto y enjuto como El Quijote y ella bajita y obesa), que igual te servían dulces , chufas, cacahuetes y altramuces con sus manos en una "mesura" de papel que esquilaba un perro a escasos metros. La higiene brillaba por su ausencia así como la estética.

          Se encontraba en un portal amplísimo, que eran las caballerizas de un antiguo palacete de la época de las que arrancaban unas diáfanas y señoriales escaleras en espiral (en la cuarta planta vivía mi tia Isaura, hermana de mi padre, justo en frente de la casa donde vivíamos mi familia y yo) sin "descansillos" intermedios, solamente el propio de cada una de las cuatro viviéndas. Las fachadas disponían de amplios balcones con "barandilla" de hierro forjado y estaban repletas de macetas con geranios, murcianas, jazmín, esparragueras etc. a reventar de flores.

          Los guardias urbanos dirigían el tráfico en medio de las plazas o cruces con mayor tránsito subidos a una especie de cubículo elevado. Durante las Navidades se acumulaban a su alrededor cajas y cajas de alimentos y bebidas, obsequio de los conductores.

          Hasta la riada las "chabolas" de gitanos eran plaga el el cauce del antiguo río y periferia de la ciudad. La misma barrió gran número de ellas, desgraciadamente con sus ocupantes.

          De estancos dispensando sellos de Correos, letras de cambio, postales y tabaco negro en "cuarterones" para liar, de Ideales de "caldo de gallina", de Diana, de Bisonte (ya en tiempos mas cercanos y que suponía el paso del tabaco negro al rubio aunque éste de "bote"). De papel de liar Smoking, Bambú... .

          La ropa solía ser mayoritariamente confeccionada en tonos grises y negros, de tacto algo áspero. Era habitual que la ropa pasase de los hermanos mayores a los siguientes, tras los arreglos pertinentes. 

          Se mezclaba el café con la achicoria, que acentuaba el amargor y reducía el precio. 

          Era frecuente, en el barrio, la utilización de algún balcón en la vivienda en los que se habilitaba una jaula de madera y tela metálica, para la cría de conejos, gallinas y hasta patos, para consumo de su carne y aporte de huevos para la familia. Se alimentaban de maíz, restos de comida y de "garbas" de alfalfa. Estas últimas se suministraban a diario por un agricultor que las repartía con su carro, dejando la cantidad encargada en el quicio de cada portal, efectuando el cobro de manera regular en mano.

          En aquel tiempo el tráfico de vehículos a motor era muy bajo. Aún circulaban carros tirados por caballos, bicicletas y motocicletas.

          Los "aparatos de radio" eran el medio habitual de escucha de noticias, a través del Diario hablado de Radio Nacional (al que se sumaban a las horas marcadas todas las 
emisoras de forma obligatoria), música y folletines, como "Ama Rosa" y series como "Diego Valor", Matilde Perico y Periquín, entre otros. Como humor, El Zorro y Tony Leblanc, causaban furor.

          Radio Nacional de España, Radio Valencia y Radio Mediterráneo eran las mas escuchadas (habían mas?...). Vicente Granell era el locutor estrella en Radio Valencia. Lo radiaba todo ... fútbol, concursos, noticias, música, etc.

          El consultorio de Helena Francis traía en vilo a sus oyentes femeninas, especialmente. Tras una melodía muy conocida se iniciaba la presentación de cada caso bajo una voz adormecedora y cálida. Era un verdadero torrente de problemas del corazón al que se le aportaban toda clase de recomendaciones y soluciones en un tono dulce y cariñoso, como dejando apoyar en su pecho la cabeza cobijándose en el. La audiencia era increíble. El lloro estaba asegurado.

          Tiempos de No-Do en el cine previo a la película o películas; el obligatorio "documental" venía a ser algo así como un telediario. Era el escaparate del Gobierno, su publicidad.

          El teatro se retransmitía por radio así como concursos varios. 

          Barcelona y Madrid fueron, en 1948, las primeras ciudades en acceder a la experiencia televisiva, y en 1956 se establece un servicio regular de emisiones. A pesar de todo, no será hasta la segunda mitad de la década de los sesenta cuando la TV consolide su posición preeminente entre las opciones de ocio del ciudadano español.
 
          La "carta de ajuste" en sus inicios era como un cuadro de los mas observados en los escaparates de las tiendas de electrodomésticos. Se pasaban horas conectados hasta el inicio del primer espacio (ofrecían pocas horas de emisión) y después del último.

          Toros y fútbol eran las estrellas (no faltaban los días de conflictos laborales) junto a los grandes concursos y espectáculos musicales que fueron incorporándose progresivamente hasta  completar la programación las 24 horas. Primero fueTVE a la que siguieron La 1 y mas tarde La 2.   

          Hubo programas de audiencia masiva y de alta calidad de los que destacaría Estudio 1 ofreciendo el mejor teatro y La Clave, con el espectacular Balbín que dirigía un grupo de "tertulianos" sumamente informados que desgranaban una película maestra tras su proyección.  El  genial crítico de cine Alfonso Sánchez, con su gangosa voz sobresalía de entre todos ellos. No se dejaba ni un solo Festival de Cine en toda España sin formar parte del jurado.

          La lista de famosos presentadores es interminable. Pero deseo mencionar a nuestro Joaquin Prats y "Tip", inigualables cada uno en lo suyo.

          Como transporte era el tranvía (abierto en verano) el mas utilizado habiendo líneas que llegaban a cada barrio. La Plaza del Ayuntamiento (por aquel entonces Plaza del Caudillo) venía a ser el inicio y fin de la mayoría de lineas. El aspecto de la misma no tenía nada que ver con el actual. Elevada, con amplias escaleras suntuosas, de piedra clara (blanca?), con los puestos de flores ubicados en el recinto inferior,  alrededor de un espacio circular, como tragaluz, abierto y rodeado de una hermosa balaustrada de piedra donde se apoyaban habitualmente personas mayores, llamada "escupidera". Dos bellas fuentes con surtidores en un extremo de la plaza y otra de mayor tamaño en el opuesto daban un aspecto mas elegante a ese entorno. Lugar de encuentro obligado para la celebración de los acontecimientos mas significativos de nuestra historia. 

          El primer trolebús rodó por valencia, con su doble ballesta, en 1951, por cierto con miradas atónitas de los transeúntes ante aquel evento. Tardó un tiempo en tomar un cierto auge aunque nunca fueron suficientemente utilizados.


          Para recorridos periféricos se utilizaban los trenes de cercanías, que se encontraban centralizados en las estaciones del Puente de Madera y de la Generalitat de Cesar Giorgeta. Las  lineas de largo recorrido partían de la estación Central de la calle Játiva y la Central de Aragón en la Alameda. Las máquinas eléctricas eran empleadas para cercanías. Las de carbón y fueloil se  utilizaban en las Largas distancias. 

         El parque móvil privado  era muy bajo. Los coches mas vistos eran Seat, Renault y Citroen. Predominaban los de color negro y gris. Los de color eran de gama muy escasa ademas de apagados.  




         
          Culturalmente Valencia, disponía de buen número de teatros: Principal, Apolo, Olympia, Eslava, Ruzafa, Alcazar, Princesa, Casa de los Obreros, Sociedad Coral el Micalet, etc. De forma progresiva fueron cerrándose la mayoría de ellos quedando tan solo el Principal,  Olympia y en pequeñas salas de teatro "de bolsillo" el Rialto.

          El Museo de bellas Artes, hoy San Pio V, albergaba y alberga espléndidas colecciones de pintura y escultura de nuestros maestros valencianos. Situado a un lado del cauce del Turia, ocupando un espacio importante de los Jardines de los Biberos. 

          Es el mayor jardín de nuestra ciudad junto al Jardín botánico, éste enciclopedia viva de botánica. Elegante, bien planificado, con riqueza arbórea significativa, rico en ornamentaciones bien planificadas, con una Rosaleda increíble. Escenario de grandiosas exhibiciones musicales y artísticas en general. El Zoo de Valencia tenía allí un espacio miserable, salvo las jaulas de Pavos Reales y monos. Algo subsanado con creces con la apertura del Bioparc. Es como del cielo a la tierra.

          La Montañeta, base de la pasarela entre los jardines y el antiguo Palacio Real, (hoy sus restos enterrados) servía de lugar de esparcimiento especial para los peques. Casi adosado al mismo un laberinto de cipreses perfectamente recortados de un verdor pleno de fuerza. Algún banco de piedra y  pequeñas plazuelas con fuentecillas  encantadoras permitian momentos de paz increíbles. 

          Su Restaurante Los Viveros destacaron por su elegancia  y buena cocina. Se encontraba en él la relajación y la buena conversación, amenizado todo ello por una Orquesta en vivo. Los fines de semana, baile.

          De visita obligada era la   grandísima jaula de tela metálica con miles de pájaros de mil colores y decenas de especies revoloteando entre trinos así como el bello Estanque surcado por elegantes cisnes, patos salvajes y domésticos y repleto de multicolores peces de colores.

          Los domingos eran día de concierto habitual en el Teatro Principal, ofrecidos tanto por la Orquesta Municipal como por la Banda Municipal. Desde el privilegiado observatorio de los balcones de mi casa, situada en un cuarto piso de la manzana contigua de Poeta Querol hoy derribada, podían escucharse los ensayos  y representaciones, a través de los ventanales del lateral del Teatro . Incluso permitían observar en diagonal una minúscula parte del escenario. Eran muy reconocidas las temporadas de Opera en el Principal y de Zarzuela en el Ruzafa.

          Los cines Rialto y Olympia, en los últimos bastantes años, se transformaron mayoritariamente en salas de representación teatral; la "Revista" había desaparecido prácticamente.  

          Hay que recodar  una práctica habitual y curiosa como es la "claque"  que consistía en un grupo de personas dirigido por un "jefe de tacha" que a cambio de aplaudir en las escenas que se marcaban la entrada a la función era gratuita. Esto se realizaba en todos los teatros y un pequeño tiempo antes del comienzo se reunía el grupo, recibía las instrucciones, le entregaban la "tacha" o cartulina de entrada y le indicaban donde sentarse. Era "conditio sine qua non" aplaudir en los mutis señalados o momentos puntuales de la interpretación; caso de no hacerlo dejabas de pertenecer al grupo. Podías asistir varias veces a la misma representación, fuese Comedia, Revista, Zarzuela e incluso Opera.           

          En la época que tratamos (hasta 1957) la Universidad dio nombre y vida al barrio, denominándose Barrio Universitario. Las fachadas periféricas de las manzanas que cerraban calles: Comedias, Pintor Sorolla, Pl. Alfonso el Margánimo y Paz eran de buena planta; elegantes con balcones protegidos por barandillas de hierro forjado, amplios ventanales y mayoritariamente con ladrillo visto. Sus propietarios pertenecían a una clase media, media alta. Por contra las de su interior eran por lo general mas modestas y poco relevante su arquitectura; estrechas, con poca iluminación y olor a humedad. Formaba parte de la Valencia en blanco y negro.

          Era un vecindario de clase baja y media. Sus plantas bajas se encontraban ocupadas por establecimientos de consumo familiar: ultramarinos,  lechería, horno, bodega, bares, etc. Habría que destacar la proliferación de negocios de encuadernación. Hoy en día las tiendas de Fotocopias ha reducido de forma notable dicha actividad, quedando aquel para encuadernación de alta calidad (el mas representativo fué Chuliá) y venta de libros de lance. 

          Existían varias Pensiones, Hostales y algunas casas particulares alojaban estudiantes. 

          En la calle Comedias era muy conocido un negocio de venta de muebles de bambú y similares, en donde se encontraba la figura de un negro vestido muy elegante de blanco, con canotier y bastón, donde dificilmente no se paraba uno al pasar por sus escaparates. También y en los últimos años era muy conocido el SEU, un comedor y salón de actos pertenecientes al Sindicato estudiantil. Completaban el mundo comercial librerías técnicas, una tienda de deportes, confección selecta.

          En la esquina de Comedias con Pintor Sorolla el suntuoso edificio del Banco Español de Crédito (hoy se mantiene en funcionamiento bajo el nombre de Banesto)  opuesto a una esquina de la Universidad, ayuda a dar magnificencia al entorno.

          Completaban esa parte del cuadrado universitario el Parterre, con una estatua del Rey Dn. Jaime I a caballo, dos fuentes con nenúfares y peces exóticos y un edificio peculiar que albergaba un organismo de Protección de menores. 

          La propia calle de Pintor Sorolla y su  continuación Barcas acogía y sigue acogiendo tras cambios imprtantes en su accionariado (junto a la Plaza del Ayuntamiento) las Sedes centrales de los Bancos mas importantes a saber el Banco de España, Central,  Hispano Americano, el antes mencionado Banesto (estos tres últimos unificados hoy como Santander), Bilbao, Vizcaya (hoy BBVA considerando la fusión de los dos últimos con Argentaria)etc.


          Mención aparte merece el Banco de Valencia, construido entre los años 35 y 42 (tras dos años de interrupción por la guerra) ocupando el solar de una antigua botica, es una verdadera joya. El número total de plantas del proyecto es 10 y están caracterizadas por mostrar una composición clásica de cuerpos, con base, cuerpo principal y remate. El cuerpo central del edificio contiene 6 plantas, con balcones esbeltos hacia la calle, el remate de la edificación esta localizado en las dos ultimas plantas mediante retranqueos, con una coronación circular.  

          El material utilizado en la construcción del cuerpo central es el ladrillo rojo, así como también los azulejos en la decoración y la piedra caliza. Los azulejos también están localizados en el templete del edificio. Un excelente trabajo de forja en las dos plantas primeras cierra el conjunto. Sus fachadas laterales dan a Pintor Sorolla y Dn. Juan de Austria            

           El café Royalty, localizado en la fachada recayente a Pascual y Genís - Barcas, era uno de los lugares mas idílicos de Valencia. Sobrio, relajante, clásico, ofrecía música en directo a través del piano, chelo, saxo y violín de la Orquesta de Pascual Camps. Tomar un café escuchando aquel concierto diario "piano", suponía un lujo impagable, en pleno Centro de Valencia. Hoy demolido. 

          No recuerdo si los miércoles o jueves por la mañana se reunían agricultores y compradores en su exterior, de pié en las aceras, negociando la transacción de la mayor parte de la producción citrícola de los alrededores, sin mas contrato que un apretón de manos. Operaciones que se estimaban a priori de la recogida, lo que suponía un riego para el comprador a cambio de "apretar" mejor el precio y una seguridad reduciendo beneficios para el agricultor. 

          El Centro Aragonés ocupaba una parte importante del voluminoso edificio que hacía esquina entre Poeta Querol y Pintor Sorolla. En sus bajos Confecciones Fornés era bien conocido por su gran variedad de ropa y otros tejidos. Se podía considerar algo similar a un Sepu, de Madrid.

       
          El Parterre era un jardín muy concurrido, con abundantes bancos de madera y piedra, lugar de esparcimiento para niños y ancianos y por las tardes de parejas de enamorados. Sus jardines eran sobrios como la distribución de árboles y arbustos.


          Sufrió distintas remodelaciones pero aun se conserva el monumento al Rey Dn Jaime y el edificio ahora oficinas de la OCU. A un lado, sobre la acera, son peculiares dos pequeños quioscos acristalados de bebida, una fuente de agua potable y una pequeña Estación de Servicio de combustibles.  Ah, y una parada de taxis!.


           Frente a él, el Palacio de Justicia,  antiguo Edificio de Aduanas y mas tarde Juzgados, hoy trasladados a la Ciudad de la Justicia, una manzana completa robusta construida a partir de 1858. Rematada por elegantes estatuas y buhardillas. 


           Construida con ladrillo cara vista y cantera, sus fachadas albergaban importante número de amplios balcones con barandillas de hierro forjado..


           Recomiendo utilizar el siguiente link para acceder a información importante al respecto:

http://www.jdiezarnal.com/valenciapalaciodejusticia.html

          Abriéndose a su fachada los peculiares jardines de la Glorieta. 


          Sin obstáculos de acceso las 24 horas del día, con grandes espacios, ajardinados sin estridencias, han albergado, entre otros, los juegos de los niños que habitamos en su día esta hermosa parte de valencia, especialmente entre las enormes raíces de los gigantescos Ficus que destacan entre un buen número de diferentes árboles y arbustos, todo ello armonizado con cuidados mazizos de plantas y flores.


          De nuevo, este link ampliará los datos que por falta de espacio en este escrito faltan.

Http://www.jdiezarnal.com/valenciajardinesdelaglorieta.html

           Mención aparate merece la calle de la Paz, que se encuentra en la confluencia de ambos jardines. Es pura poesía, merecedora de un sin fin de adjetivos calificativos.

http://lanaveva.wordpress.com/2009/02/28/fotografiar-paseando-la-calle-de-la-paz-pau-valencia/
(os recomiendo este link porque armoniza datos con imágenes).

          En cualquier lugar donde se pose la vista va a encontrarse un detalle inesperado. Considero que es una de las calles mas elegantes de Valencia, aunque para nada la única.


          Sus tiendas de música, joyerías, Cafés, Agencias de viajes, Bancos, Artesanía, Exposición y venta de arte, etc. son un aliciente  añadido para realizar un relajado paseo por ella. Conduce al Centro histórico (lo que no quiere decir que éste no forme parte importante de él!) y como telón de fondo, caminando desde la Glorieta, la figura de la Torre de Santa Catalina destaca erguida como cerrando un escenario idílico.


          Ampliaba la oferta comercial, en la época tratada, Almacenes El Águila que podía compararse en su día al actual Corte Inglés, aplicando con modestia y relatividad el paso de los tiempos. Mari, hermana, ¿te recuerda algo?...

         Desde allí partía la machacada zona palaciega de Marqués de Dos Aguas. La       decisión obsesiva de la apertura y ensanche de la calle Poeta Querol llevó consigo el derribo de los Palacios de los Escribá de Hijar y  Boi D´Arenós (también conocido como casa del señor de Bétera, s. XVIII) y el de los Condes de Nieular . Con ellos se destruyeron irrepetibles residencias de nobles quedando no obstante otras de gran planta y aun modificado en diversas ocasiones el magnífico Museo  de cerámica Marqués de Dos Aguas.


          Esta masacre arrasó también el entrañable Colegio de los Hermanos Maristas culminándose el ensanche con el derribo en 1967 de dos manzanas existentes entre la Plaza de Mirasol y la calle Barcas (una la de  Maristas y la otra separada por una pequeña calle peatonal del Teatro Principal, en una de sus viviendas nací yo).


          Formando parte muy importante de este núcleo urbano se encuentra la Iglesia del Patriarca y el Museo del mismo nombre(1586-1618). Recomiendo enlazar con:

http://www.jdiezarnal.com/valenciacorpuscristi.html   donde encontrarán una muy completa información sobre dicho complejo artístico-religioso-cultural.