Amigos; lo que en principio se pensó como una simple preparación para el próximo Camino de Santiago a relizar por una importante parte del grupo, se ha convertido en un verdadero deleite para los que hemos asistido.
Se han dado la suma de tres factores a cual mas importante: realizar una práctica deportiva de senderismo siempre positiva para nuestros "vapuleados cuerpos" (hasta 22 km. por los mas valientes y los +- 4 km.por el mas "cagueta"...un servidor) , que la misma haya discurrido por un paraje natural increible bordeando un Turia desconocido para la mayoría de nosotros, con un caudal pocas veces alcanzado en su reciente historia según los lugareños, y envueltos por una flora versátil y colorista...envuelta en frágiles perfumes y transmisora de una relajación mental barbara.
Y en tercer lugar...unos yantares para levantar muertos (gran acierto el haber elegido Casa Concheta y otra vez mas valorar la mano izquierda de Samuel que "negoció" los menús y su precio, de chapeau...).
Pero esto, siendo importante, quedaría como algo meramente anecdótico si no se hubiese desarrollado en un ambiente de calidad humana genial. Entre 10 y 15 amig@s sentados alrededor de la mesa...comentando la excursión, tratando mil temas en clave de humor o meramente coloquial pero envuelto en ese halo especial que rodea cualquier encuentro entre nosotros.
Alrededor de tres horas mágicas que parecen tener alas cada sábado.
Ya se acerca el día 17...aquel en que, como en la mascletá, sonará el disparo de salida. Podremos, cuando regresen, vivir sin estos regalos para nuestro alma?. Lo dudo...habrá que inventarnos otro motivo para que la llama de estos momentos no se extinga con el Viaje.
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