martes, 18 de junio de 2013

La magia de los sentidos





          Estoy desvelado.

          Algo me retiene despierto; la mente flota atrapada entre pensamientos centrífugos y centrípetos...pero con núcleo común: ¡los sentidos!.

          No puedo salir de ese vértigo. Es insistente, retrospectiva, embriagadora.

          Como aquella atracción de Feria... "el Látigo". Gira y gira y gira entre el placer y el dolor, como visten los pensamientos cuando los remueves.

          Poco a poco se fueron reposando y apareció como una sensación de evocaciones serenas, separando una de otra las sensaciones... aromas, colores, texturas, sonidos, sabores... unidos a momentos determinados como un desfile desordenado pero que hacía abrir los poros de mi piel de la mano de mi mente. Como una necesidad de disfrutar de cada uno de ellos.

          No era nostalgia, era algo mucho mas independiente, como la frescura de un paseo por la orilla del mar, rodeado por una brisa seca que sabe a sal, de un sonido burbujeante de las olas al romper contra la arena , en ese terreno de nadie donde compiten agua, arena, piedrecillas de mil colores,  infinidad de conchas  de pequeños moluscos dispersas sin orden alguno.


           Una mezcla de colores entre el azul y el blanco de la espumilla, expandido entre una arena dorado oscuro y la gama de tonalidades de las conchas y los cantos rodados. Y a lo lejos, el rumor de la profundidad envuelto  entre millones de invisibles rayos de sol.

          La frescura del agua bajo los pies y el pisar de la suave arena ayudaban a hacer de cada uno de estos elementos aislados un todo.

          Y como tirando del ovillo recordé playas y mares disfrutadas a lo largo de mi vida, en lugares tan dispares, encontrando en cada una de ellas matices  que las hacían inconfundibles unas de otras. 

          Playas de una sola orilla con horizonte geométrico, donde las olas aparecen desde él y mueren a tus pies. Serenas como el mar de fondo, encrespadas en los temporales, inexistentes en los días de calma chicha. Siempre aportando su aroma a sal y algas. De colores cambiantes, azul intenso en la lejanía y claroscuros según el cielo del momento. Es como un caleidoscopio gigante donde ningún mar coincide con otros.

          Desde playas kilométricas que se pierden en el infinito en líneas convergentes hasta calas de belleza increíble, de arenas doradas o con mantos de grava, rodeadas de roca de perfiles caprichosos y fondos de mar como pintados al pastel mezclando verdes y azules, como la paleta de un pintor, que relajan tu alma.

          Y su sonido, como un concierto abierto. Es el juego del viento y el agua, de las misteriosas mareas, de las fuerzas de la naturaleza hora serenas hora coléricas, llenas de furia, en arrebato.

          El mar.. Ese increíble mar que nunca se repite. Como los centenares de islas de de la Bahía de Salvador de Bahía, en Brasil, bañadas por unas aguas turbias que así realzan lo dorado de sus arenas. salpicadas de retorcidos cocoteros.

          Cada recuerdo, un momento, unas sensaciones, un lugar, un aroma, un sonido, una textura... un recuerdo. Emociones imborrables.

         Long Island, Copacabana, Ipanema, Porto Seguro, Dover, Sheveningen, Blijburg aan Zee,  Ostende,  Heist aan Zee, Blankenberg, Knoke, Skarbystrand y los fiordos daneses, Niza, Mónaco, Bretaña, la costa  portuguesa, sin olvidar las fabulosas playas de Galicia, Asturias, Cantabria, San Sebastian, las sorprendentes calas de la Costa Brava, Barcelona, Tarragona, Peñíscola, Alcoceber, OROPESA (mi amor), las valencianas con su Patacona y Malvarrosa, Gandía , Moraira, Jávea, Calpe, Altea, Benidorm, Villajoyosa, Playa Lisa, Mar Menor, Cala Cortada, Aguilas, Almuñecar, Motril, Torremolinos, Marbella, Sanlúcar, El Algarbe portugés... y tantas mas.

          Todas disfrutadas por mis sentidos, que si se desagrupasen ocuparían decenas de ellas.

          Haciendo mención aparte las Rías y sus playas con dos orillas, que en los últimos tiempos me han cautivado.

          Y ésta es  solo una ligera parte de las sensaciones que provoca la evocación al mar. 

          ¡Joder! que inmensos son el Universo y nuestra mente...
          

           















seguirá)

          

No hay comentarios:

Publicar un comentario